10 Mar La realidad de la dolarización en Venezuela
Por 16 años consecutivos (2003-2019) Venezuela tuvo un control cambiario donde varios organismos como la Comisión de Administración de Divisas, Centro Nacional de Comercio Exterior, Sistema Marginal de Divisas, se encargaban de regular, administrar y distribuir las divisas que ingresaban al Estado. Unas de las causas del por qué implementar un control cambiario es evitar la fuga de capital. Sin embargo, pese al control excesivo de las divisas y la devaluación de la moneda local (bolívar)se comenzaron a experimentar comportamientos económicos inestables en el país, producido por variables macroeconómicas como la inflación.
No obstante, en los últimos años la sociedad venezolana se abrió a un mercado de divisas paralelo al oficial, esto sucede desde el momento que el Estado no ofertaba las divisas que la sociedad demandaba y, por consiguiente, se crea o se gesta una apertura del mercado negro, donde, quien tenía las divisas podía ejecutar el cambio a la moneda oficial por encima de lo establecido.
Al pasar los años, el mercado negro fue tomando posición en la economía venezolana hasta el punto que pequeños, medianos y grandes comerciantes y/o empresarios prefirieron trazar las compras y ventas de sus bienes y servicios en divisas, porque es una manera más rentable de garantizar el poder adquisitivo en una economía devastada por una inflación nunca antes vivida en la historia económica del país.
Cabe destacar, que la realidad de la seudo dolarización en Venezuela no comenzó cuando en el año 2019 el Banco Central de Venezuela (BCV) decide levantar el control cambiario, sino mucho antes, debido a que comenzando con la economía informal y muchas de las organizaciones e instituciones económicas presentes en el país se percataron de la gran devaluación que está atravesando la nación, por ello, muchos decidieron y aun mantienen el flujo de la compra-venta en divisas.
Asimismo, es necesario dejar claro que la decisión del levantamiento del control cambiario en Venezuela (para darle apertura al mercado de divisas de manera oficial), es infructuoso frente a la realidad que estamos viviendo, porque lamentablemente la decisión fue tomada frente a una economía colapsada, debido a que la nación no posee un índice coherente de producción interna, y si no existe la producción básica que un país amerita entonces siempre vamos a presenciar una realidad económica dolarizada sin respaldo en miras a un mejoramiento productivo económico en la sociedad.
La producción es vital para tener una economía saludable, sino hay producción interna no tendríamos bienes o servicios para exportar y así generar ingresos en divisas, y tampoco tendríamos bienes y servicios para el consumo interno lo que obliga al Estado a importar y usar las pocas dividas para pagar y, por otro lado, la apertura del mercado de divisa con el fin de atraer al mercado internacional estaría poco atractivo por la inestabilidad económica de la nación.
Es por ello, que la realidad de la dolarización en Venezuela es un tema complejo, porque no hay producción interna, no hay participación de mercados internacionales, no hay una economía tangible por encima del dólar en efectivo que le haga saber a la sociedad que realmente estamos en una economía dolarizada y cada día esta misma sociedad venezolana se da cuenta que aun la segunda moneda en curso dentro del país se devalúa por causa de no haber una economía solida basada en la producción de bienes y servicios que garanticen el poder adquisitivo de la nación.
Por otro lado, hablar de la realidad de la dolarización en Venezuela, no es un tema finiquitado, es más que todo una temática a media, porque aún al venezolano no le es permitido tener sueldos y salarios en dólares, sino que lo siguen estableciendo en bolívares, moneda el cual siendo la oficial de la nación ha tenido su peor índice inflacionario que según el Fondo Monetario Internacional(FMI) alcanza ya los 200.000% de inflación para el año 2019. Ahora bien, es necesario acotar que parte de esta realidad de la dolarización cobra vida principalmente por la producción del petróleo, por las remesas que envían los migrantes a Venezuela y por último las transacciones ilegales que permiten la entrada de divisas a la nación comenzando con el sector minero.
Economista Diego Loreto
El Cambio – Aragua
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