EL RESURGIMIENTO DE LA BIOPOLÍTICA

-Realidad contemporánea desatendida-

Definitivamente la pandemia mundial del Covid-19 nos ha llevado a entender que el control de las sociedades debe cambiar. De forma unilateral aún la política deberá ser purificada en este proceso, para llevar a los sistemas de gobierno a una mayor efectividad y la consecución de una verdadera mayor suma de felicidad posible.

La globalización del problema epidemiológico lleva también a globalizar los cambios que la sociedad humana debe enfrentar para adecuarse a lo imperioso y necesario. Reencontrarnos con claros objetivos de avance en las distintas áreas, una de ellas, la política como ejercicio diario de coexistencia.

La política como ciencia aplicada en los asuntos de gobiernos y la manera como la sociedad se organiza, lleva dominantemente un direccionamiento, aún por sobre lo cultural, espiritual y de valores, con un peso más filosófico ideológico. Lo anterior fomentando proyectos colectivos trayendo la concepción de lo social más como una ideología y un estado o condición de derecho que como un principio propio de vida.

La política parece, en mi apreciación, debe ser considerada como un problema ontológico urgente, no tomar el Estado solo como un ente meramente jurídico, sino la importante conformación humana que de forma intrínseca está dentro de él. El estado con una identidad espiritual, teológica, con idiosincrasia y con afectaciones de vida que lo caracterizan y no como un concepto filosófico.

El filósofo italiano Giorgio Agamben, retoma el concepto de la Biopolítica (Inicialmente acuñado por el Sueco Rudolf Kjellén, quien también dio inicio a la concepción contemporánea de la Geopolítica y por Michael Foucault en sus estudios del biopoder), en la necesidad de establecer la relación de convivencia de la política y la vida en el control de las sociedades.

Si tomamos la referencia europea, en un análisis superficial del desarrollo de los Estado-Nación contemporáneos, desde la Gran guerra hasta la caída del comunismo, podemos entender que en tiempos de la posguerra el reordenamiento del pensamiento político europeo en la búsqueda de un posmodernismo llevó, a obviar el desarrollo cierto de la vida como referencia para organizar la sociedad, justificado en opinión personal, a la necesidad de establecer un individualismo ‘triunfante’, alcanzar un estado redundante, establecer controles políticos, sobrevivir a la crisis del contrato social, superar el avance estalinista, aunque con un aparente milagro de desarrollo, pero obviando principios propios de la sociedad humana.

La pandemia vigente, nos empuja al pensamiento Agambeano de retomar la relación novísima del biopoder en la filosofía política, recuperando aún principios teológicos y espirituales que por las ambiciones individualistas ideológicas restringieron e inhabilitaron su permanencia, que a título personal consideró innatas en la política.

La concepción Agambeana, basada en el estudio Teoría de la relación entre derecho y vida (1995), permite entender que fuimos invadidos con el Covid-19 en los político – cotidiano exentos de la real fibra que es la relación humana, la afectación directa casi irreparable aún en nuestros tratos con el prójimo.

Bien lo escribió Giorgio Agamben en su artículo La invención de una epidemia, publicado en Quodlibet.it el 26 de febrero, 2020. “El temor a contagiarse de otros, como otra forma de restringir libertades”. Este planteamiento nos lleva a meditar urgentemente en reconsiderar las acepciones filosóficas en estudios de biopoder, desarrollo de biopolíticas, la vida como principal ejercicio de la política por sobre la ideología.

Necesitamos actualizar la biopolítica en la adaptación de esta a los progresos tecnológicos globales, en su adecuación a la realidad política cambiante. Se debe, humildemente planteado, hacer un diagnóstico y un enjuiciamiento profundo a la filosofía política que nos ha traído a la situación social actual y preguntarnos qué dirección tomar.

Mantenemos la esperanza, que se acerca una generación biopolítica, una nueva raza de dirigentes y gobernantes que traerán nuevas acepciones que ayudarán a lograr un cambio a tiempos mejores.
Superaremos el coronavirus, pero seremos purificados en una nueva sociedad de pensamiento político amplio.
¡Vendrán días mejores!

Ing. Alfonso Campos Jessurun
Secretario General Nacional – El Cambio

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